¿Habrá un lugar en el mundo?

Mi cachito de tierra,

mi cachito de cielo,

mi paisaje…

ya hace tiempo que nos lo veo,

ya hace tiempo que desaparecieron.

Mi casa,

mi gente,

¿qué queda de ello?

Cortaron el hilo de mi historia…

todo lo que me explica,

¿cómo te lo cuento?

¿Habrá un lugar en el mundo…

donde hacer memoria y recordarlo?

No soy ni mala ni buena,

pero nadie merece esto.

¿Habrá un lugar en el mundo…

que no cargue con el juicio?

“Coge lo que puedas llevar

a la espalda y en las manos,

sube a los hombros al niño,

yo llevaré al otro. ¡Nos vamos!”

¿Habrá un lugar en el mundo…

donde quepamos?

Ya no suenan las balas ahí fuera,

y el silencio no parece sospechoso.

No veo los escombros a mis pies,

ni respiro el aire de polvo,

pero todos se vinieron conmigo,

todos los fantasmas se quedaron dentro.

¿Habrá un lugar en el mundo…

que me arranque esto?

En guerra todo es turbio,

la mentira es regla de supervivencia,

las ideas sirven para matar,

el odio nos pudre,

lo limpio se espera,

el miedo te esconde,

la vergüenza no es ajena,

la rabia se vomita

y los corazones se hacen de piedra.

¿Habrá un lugar en el mundo…

que no sea un sin Dios

y los hombres y mujeres vuelvan?

De un lado a otro recorreré el mundo

buscando un lugar que venga conmigo

donde reconstruir y renacer…

lo habrá?

¿Habrá alguien allí?

¿Tú estarás?

¿Podré construir yo ese lugar en el mundo…

donde me pueda quedar en paz?

    

¿Habrá un lugar en el mundo?

¿Qué hago yo aquí?

No sé qué estoy haciendo.

¿Qué vine a ver?

¿Qué intención tengo?

¿Habrá un lugar en el mundo…

que dé sentido a esto?

Esas vías de tren no recorro,

ese mar no lo atravieso,

no vivo en esa piel, ni me empujan otros cuerpos;

no me quema el mismo fuego

ni me ahogo allí dentro

ni la muerte se hace amiga en cualquier momento.

¿Habrá un lugar en el mundo…

donde tú y yo nos encontremos?

Aquí viven la impotencia

el dolor de lejos,

las reuniones, elucubraciones,

el ahora desconecto,

hagamos algo…

¿Habrá un lugar en el mundo…

que explique de qué sirve esto?

Cojamos nuestro paso,

el que nuestro corazón esté marcando,

escuchemos el susurro a lo lejos

y hagámosle caso…

quién sabe… quizás sea eso,

lo que me lleve a ese lugar en el mundo

que otros también están buscando.

¿Podré construir yo ese lugar en el mundo…

para el abrazo?

Guada, Comunidad Pueblo de Dios