Sed escandalosamente utópicos

Sed escandalosamente utópicos.
Revolucionad la sociedad en que vivís,
empezando por vuestro propio corazón, por vuestra vida diaria.
Sed capaces de ser pobres, despegados. Despreciad el consumismo.
Sed capaces de trabajar, sí, de trabajar.
Estudiad para conocer el mundo y sus causas, todos los mundos;
y sed también puente.
Vosotros, sí, podéis ser puentes: puentes entre el primer y el tercer mundo, entre la primera iglesia y la tercera iglesia.
Y, si os sentís llamados a ciertos radicalismos más evangélicos, tal vez, hasta el sacerdocio y la misión, casados o no casados, ¡responded!
El Señor sigue llamando.
La misión sigue siendo esencial en la Iglesia.
Creo que vosotros, jóvenes de hoy, no tenéis menos capacidades
que Juan, o Moisés, o Abrahán, para responder al Señor que llama para la liberación de su pueblo.
Pedro Casaldáliga a los jóvenes