La niña y las dos manzanas

Una niña tenía dos manzanas en su mano. Su madre se le acercó y le preguntó si le daría una de ellas. La niña rápidamente mordió una y luego la otra. La madre sintió como se le congelaba la sonrisa y trató de no mostrar su decepción. Pero la niña le sonríe, le pasa una de las manzanas y le dice: Toma, mamá. Esta es la más dulce.
Moraleja: Nunca juzgues por las apariencias.