Los dos hermanos

Dos hermanos que vivían en granjas adyacentes cayeron en conflicto, a pesar de haber vivido trabajando hombro con hombro e intercambiando maquinarias y cosechas. 

Una mañana un carpintero tocó a las puertas de Luis, el hermano mayor, en busca de trabajo; Luis le dijo que su vecino y hermano había desviado el cauce del río, por lo que la hermosa pradera de la que ambos disfrutaban había desaparecido. Así que asumiendo que lo hizo para lastimarle, él quería pagar con la misma moneda y le encargó al carpintero una cerca de tres metros de alto para evitar volver a ver a su hermano de nuevo.

El carpintero puso manos a la obra mientras Luis iba al pueblo en busca de provisiones. Al finalizar el día la obra estaba terminada, pero el granjero quedó sorprendido al ver que, en lugar de una cerca, el carpintero construyó un puente que unía las dos granjas.

Al ver la obra el hermano menor lo cruzó y abrazó a Luis diciendo: “¡Eres un gran tipo! Mira que construir este hermoso puente después de lo que te hice… ¡perdóname!

Mientras se reconciliaban, el carpintero emprendía camino; los hermanos le pidieron quedarse para otros proyectos, pero él respondió: “Me gustaría, pero tengo aún muchos puentes por construir”.