¿Qué ganas con la oración?

Una vez le preguntaron a un hombre:

¿Qué ganas orando regularmente a Dios?

El hombre respondió:

Nada …pero déjame decirte lo que he perdido la ira, el ego, la avaricia, la depresión, la inseguridad y el temor a morir.

A veces la respuesta a nuestras oraciones no es ganar pero perder, que en última instancia es la ganancia.