Abrazando la Noche - 2010

A veces llega la noche a nuestra vida. Dolor, miedos, enfermedad, oscuridad, tristeza, desarraigo, falta de fe, desesperanza, pobreza, sinsentido… En esos momentos miramos a Dios con una sola súplica: “Entra en mi noche, Señor, y llénanos de tu claridad”. Que estos cantos sean un trampolín para creer que siempre llega el día por larga que sea la noche, porque ABRAZANDO LA NOCHE, escucharemos: “No temas. Yo estaré contigo hasta el final de tus días”.
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