Combatir el hambre, proyecto de todos

En 1955, un grupo de mujeres de Acción Católica, al grito de “¡Declaremos la guerra al hambre!”, plantaron la semilla de la que sería, en 1959, la primera campaña de Manos Unidas.

50 años después, continúan con la batalla y hacen suyo el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: “Erradicar la pobreza extrema y el hambre”

Hambre y pobreza son dos conceptos intrínsecamente relacionados, que no se limitan sólo a la carencia física de alimentos o de bienes materiales, sino a la falta de asistencia sanitaria, de escolarización, de trabajo, de vivienda o de libertad.

Con el lema “Combatir el hambre, proyecto de todos”, se reclama que el logro de estos objetivos de desarrollo sea una prioridad para las sociedades económicamente más avanzadas y un reto tendente a cambiar estilos de vida.