Cárceles en Bolivia

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Suecia ha ofrecido a los medios y corresponsales de la prensa extranjera el informe sobre derechos humanos  de casa uno de los países  con los que mantienen  relaciones diplomáticas. En el caso de Bolivia el documento abarca 21 páginas y contiene 18 acápites  de los que hoy  glosamos el relacionado a los derechos  humanos.

La tortura está prohibida por ley, y los casos que se han citado en los procesos  legales de personas sometidas a trato violento y bajo la presión de torturas, trato inhumano y humillante para la dignidad de las personas han sido cometidos por la policía, por el personal en las cárceles y en los cuarteles. Según el Defensor de  Derechos Humanos la tortura como método  ha disminuido  y ha dejado de ser empleada en forma sistemática.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha declarado que la situación  de las cárceles en Bolivia es cruel, inhumana e indignante. Ello depende de diversos factores como la carencia de recursos, hacinamiento, promiscuidad. En el presupuesto oficial  se consigna 0.6 centavos de dólar por día y no comprende a los niños ni las parejas de los presos  que también viven en las cárceles. El proceso legal a que están sometidos es muy lento, corrupto y pesado. La privación  de libertad se determina en un alto porcentaje en forma preventiva a la espera del juicio en un tribunal. Según fuentes oficiales un 70% de los detenidos no han sido juzgados o sus casos no han sido probados. No existe separación entre reos con sentencia probada, sospechosos, incomunicados o detenidos previamente. Todos están confundidos en recintos inapropiados, ni siquiera están divididos entre adultos y jóvenes los que dificulta aún más su posible rehabilitación. Los detenidos que carecen de recursos están notoriamente por debajo de los que pueden comprar privilegios dentro de las cárceles, se han pagado por las celdas, alimentación, trato diferenciado. La salubridad está incontrolada, en San Pedro de la Paz existe un solo médico para más de 1.500 internos, las celdas de aislamiento se pueden clasificar como sitios de tortura. Las mujeres son victimas de violaciones. Según la ley, sólo pueden permanecer en la cárcel junto a sus padres niños por debajo de los seis años siempre y cuando no exista un hogar para ellos. A pesar de ello, conviven en las cárceles menores hasta de 16 años.

Los casos de linchamiento han sido frecuentes durante el año se advierte una tendencia criminal contra víctimas indefensas bajo muy débiles acusaciones y la policía actúa tarde y mal. Las pobladas castigan con una violencia desproporcionada a personas bajo sospecha de robo de objeto de escaso valor y resultan siendo en la mayoría de los casos acusaciones sin fundamento real. Durante 2007 por lo menos 11 personas han muerto a manos de la turba. La policía ha confesado su impotencia de frenar el nuevo fenómeno.

En el rubro de derecho a la vida, la integridad física y las torturas el informe no consiga información alguna sobre la desaparición de personas durante 2007, aunque casos de muerte se han dado en muchas ocasiones de incidentes sociales contra el aparato estatal, se ha criticado severamente la pasividad y falta de juicio. En enero fallecieron tres personas como resultado de incidentes en la ciudad de Cochabamba, donde grupos socialistas chocaron contra la ciudadanía opuesta al partido de Gobierno. La policía no hizo nada para evitar el enfrentamiento y las críticas hicieron blanco en la ministra del interior que resultó responsable de la actuación policial. En Sucre, durante noviembre pasado, tres estudiantes resultaron muertos  a raíz  del enfrentamiento de la oposición con la policía, que protegió la sesión  en que fue aprobada la nueva Constitución sin la presencia de la oposición.

Extracto del docuemento de Mauricio Arias, periodista que reside en Suecia.