10 años del genocidio de Ruanda
Aniversario del horror. En 1994 este país centroafricano fue escenario de la matanza de cerca de 800.000 personas.
Limpieza étnica. En 100 días los hutus exterminaron al 20% de sus compatriotas: tutsis y hutus moderados.
Secuelas imborrables. El exterminio marcó Ruanda con sus graves consecuencias económicas y psicológicas.
Los desamparados. La 'Tierra de las mil colinas' se convirtió en un país con más de 200.000 huérfanos y viudas.
El drama de los niños. El 70% de la población vive bajo el umbral de la pobreza. Un 43% es menor de 14 años.
Educación: el gran reto. Las lenguas oficiales de Ruanda son tres. Pero sólo un tercio de los ruandeses sabe leer y escribir.
Alta mortalidad infantil. Las precarias condiciones de vida hacen que casi el 11% de los niños no sobreviva.
La amenaza del sida. Como consecuencia de la escasa educación y la miseria, unos 500.000 ruandeses padecen sida.
La cultura de las armas. La violencia interétnica en Ruanda perdura ininterrumpida desde 1959 hasta hoy.
Solos ante la catástrofe. La comunidad internacional intervino sólo después de la consumación del genocidio.
2.000.000 de refugiados. La agresión contra los civiles provocó un éxodo masivo. Muchos desplazados aún no han vuelto.
Familias desintegradas. 300.000 niños viven sin la supervisión de adultos. Su futuro depende de la ayuda internacional.