Los dalits, el apartheid encubierto del sur de Asia
Los dalits aglutinan a cerca de 260 millones de personas que habitan en La India, Nepal, Bangladesh, Pakistán y Sri Lanka y que comparten una misma condición: pertenecer al último escalón del sistema de castas o, mejor dicho, estar fuera de las cuatro castas de un sistema de organización social que aún pervive en la cultura del sur de Asia y que convive con constituciones democráticas.
En la India, aún hoy, los dalits o descastados se ven obligados a realizar los trabajos considerados más impuros o degradantes como la limpieza manual de excrementos, vivir segregados en las afueras de los pueblos o manipular los animales muertos. A los dalits o intocables no se les permite la entrada en los templos, sacar agua de los pozos comunitarios y, en ocasiones, se les sirve en tazas y platos distintos en los puestos de té o de comidas. Los dalits de zonas rurales son campesinos sin tierras que trabajan por salarios, en ocasiones, inferiores a un dólar diario, que viven en condiciones de pobreza extrema y trabajan en semiesclavitud.
Todo esto ocurre en un país como La India, cuya Constitución de 1950, consagra la igualdad de todos ante la ley sin que quepa discriminación por razón de casta y que prohibe expresamente la intocabilidad, al tiempo que establece una serie de medidas de acción positiva a favor de los dalits. Sin embargo, el cumplimiento de esta norma y de las numerosas que se han promulgado para salvaguardar los derechos de estas comunidades, en la práctica, no se produce debido a la falta de voluntad política, los prejuicios de casta y la corrupción policial existente.
Valeria Méndez de Vigo, Ayuda en Acción.