Jóvenes con los más pobres

Existen. Y además son más de los que pensamos. Cada verano nos encontramos con un amplio y creciente grupo de jóvenes que elige voluntariamente madrugar, la oración, el compromiso y, sobre todo, saber qué es lo que se siente cuando se sale de la zona de confort para ponerse al servicio de los demás, especialmente de los más necesitados. En buena parte de los casos, esto no queda en un hecho aislado, sino que además repiten año tras año.


Más de sesenta jóvenes se despidieron ayer, 16 de julio, después de una intensa semana, del Campo de Trabajo Lázaro (CTL), una iniciativa organizada por la Delegación de Juventud y Cáritas Diocesana de Málaga, que pretende acercar a los jóvenes a la vida de los más pobres. Esta iniciativa que ya va por su XXIX edición, ha llevado por lema el mismo que se ha empleado en los campamentos diocesanos "La receta de tu vida" porque los responsables de la Delegación de Juventud entienden la formación como un proceso ininterrumpido que pasa por todos los niveles. De este modo, la formación que se imparte es la misma para todos, pero adaptada a las distintas edades.
Este año se han incorporado jóvenes procedentes de Murcia, País Vasco y Madrid para conocer la experiencia y valorar la posibilidad de implantarla en el futuro en sus diócesis, como ocurrió también en 2014 con Salamanca y Bilbao.
Muchas comunidades religiosas e instituciones eclesiales que en Málaga ayudan a los más desfavorecidos, han abierto sus puertas en estos días a los jóvenes para que pudieran acompañar a los más necesitados: Casa de acogida Colichet, Cottolengo, Calor y Café, Hermanitas de los Pobres, Hogar Pozo Dulce, Guardería Vicenciana, Asperones, Palmilla, Assís, Ángeles Custodios y Adoratrices.
Según nos ha contado Salvador Gil, delegado de Infancia y Juventud "Este año se está insistiendo mucho en la dimensión vocacional porque es una prioridad pastoral de la diócesis y porque el encuentro con los pobres y con el Señor en la oración, tiene que llevar a cada uno a preguntarse qué es lo que quiere Él de nosotros. También son una prioridad los temas de frontera, refugiados y misiones, que suponen una gran preocupación para la Iglesia".
Como respuesta a ese llamamiento del papa Francisco a que seamos una "Iglesia en salida" los ejes centrales de los contenidos formativos han sido la dimensión vocacional, misionera y universal. Para ayudar a los jóvenes a profundizar en ellos, han contado con testimonios muy interesantes, como el ofrecido por el sacerdote malagueño Francisco Olveira, que recibió el VIII Premio Provincial de Solidaridad Internacional y Derechos Humanos por su labor durante cerca de treinta años en beneficio de los más pobres, en las poblaciones más marginadas y desfavorecidas de Latinoamérica.
También, en la tarde del miércoles, 12 de julio, acudieron al I.S.C.R. San Pablo donde les esperaba un refugiado sirio acogido por CEAR, que les contó su experiencia con la ayuda de una intérprete. Acto seguido, se desplazaron hasta la plaza de la Constitución para participar juntos en el Círculo de Silencio convocado, como cada segundo miércoles de mes, por la delegación de Migraciones.

En el último día, a los responsables les pareció muy interesante que compartieran la celebración de la eucaristía con los miembros de FRATER, la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad de España, que estaban disfrutando de unos días de encuentro en la Casa Diocesana para que conociesen de cerca su realidad.
Cáritas Málaga