Día Internacional del Migrante 2021

Las restricciones por el coronavirus complican aún más la vida de los migrantes, año que sigue marcado por la pandemia del coronavirus y las restricciones a la movilidad internacional.

Por lo general, se define como refugiado a aquél que huye de su país por una situación de persecución (ideológica, racista, etc.), mientras que con los migrantes se considera que abandonan su país natal de forma voluntaria en busca de un lugar mejor. Sin embargo, aunque esta decisión suela ser voluntaria, muchas veces los motivos que subyacen en ella son igualmente dramáticos: pobreza, hambre, malas previsiones para el futuro, etc.

Según datos de la ONU, en 2020 había más de 280 millones migrantes internacionales. De ellos, un 13 % son niños menores de 18 años, que se ven arrojados a un futuro incierto y complicado siendo los más frágiles de las familias.

No hay que olvidarse tampoco de los migrantes internos, que en 2009 sumaban cerca de 740 millones de personas. Incluso con las restricciones de la pandemia, los más recientes informes de la «Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC)» señalan que en 2020 hubo 40'5 millones más de migrantes internos.

Además de enfrentarse a distintos problemas cuando llegan a su país de destino, los migrantes sufren el peligro añadido de que en el tránsito son presas fáciles para traficantes, desalmados o las propias inclemencias de la naturaleza. Desde 2014, casi 45.000 personas han muerto o desaparecido en estos trayectos migratorios.

Por todo ello, Manos Unidas lleva muchos años impulsando proyectos de desarrollo que buscan apoyar a las comunidades migrantes de diferentes países, con el objetivo de que puedan establecerse como comunidades unidas y eso les ayude a asegurarse un mejor futuro en el país de acogida.