Frenar la desigualdad está en tus manos

La desigualdad se ha convertido en la mayor amenaza y el mayor desafío a nivel mundial. La pandemia ha agravado las brechas existentes en nuestro sistema, un sistema injusto basado en la cultura del descarte, en el que las poblaciones más vulnerables son excluidas, nutriendo así el círculo vicioso de hambre y pobreza que afecta a todo nuestro desarrollo como sociedad.

 Pero para a muchas personas, pensar en la desigualdad y en el hambre mundial es pensar en un reto imposible, un problema sin solución ante el que nosotros no podemos hacer nada.

 Desde Manos Unidas queremos dar un giro a esta idea para desterrarla de nuestra mente y dejar la solución en manos de cada uno de nosotros. Porque cuando hablamos de ayudar todos usamos o hacemos referencia a un elemento común, las manos, un elemento poderoso con mucha fuerza, símbolo principal y esencia de nuestra organización.  

Y es que, para hacer frente a la desigualdad, todas las manos suman, todas cuentan y todas son necesarias y pueden ayudar a acabar con esta lacra: las manos que trabajan, las que cocinan, las que acarician, las que acompañan, las que dan seguridad…

 Con el lema “Frenar la desigualdad está en tus manos” queremos poner en valor la ayuda cotidiana que todos ejercemos y el elemento más característico de Manos Unidas y hacer un llamamiento a la sociedad para luchar por la dignidad y promover un mundo donde todos valgamos lo mismo y nadie se quede atrás. Una campaña que haga que las personas sientan que es posible un cambio y que está en su mano. Desde nuestra fe, la desigualdad constituye un atentando contra la dignidad humana, una lacra insoportable y desde Manos Unidas tenemos el reto de generar esperanza en un mundo donde la inequidad está llevando a que millones de seres humanos mueran de hambre.