En este contexto, la ONU ha alertado de que apenas existen ya lugares seguros en los que la población pueda refugiarse. La denuncia, planteada por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, hace hincapié en la complicada situación en que se encuentran "hombres, mujeres y niños" ajenos al conflicto político y social que vive su país. La OCHA advierte en un informe de que multitud de personas "han muerto en sus casas o en las calles mientras buscaban comida y otros suministros o intentaban evacuar a los heridos".
Los combates han "destruido" todo tipo de infraestructuras esenciales en Siria y "los bloqueos y toques de queda impuestos en ciudades como Homs, Hama, Deraa e Idlib han impedido que la población obtenga agua, comida y suministros médicos". La OCHA ha detectado un incremento en el número de controles militares, de barricadas y de carreteras cerradas.
