Cáritas: Juntos abrimos camino a la esperanza

El amor al prójimo, la gratuidad y el servicio que vertebran la acción de Cáritas, eco del amor primero de Dios, son semillas de bien para la sociedad. Sus brotes se concretan y se hacen visibles en las vidas de las personas que vuelven a sentirse dignas porque son miradas y escuchadas desde el amor y el cuidado. Caminar juntos, es una tarea ardua, comprometida y diaria que conlleva responsabilidad afectiva y efectiva, coherente y cercana entre las personas.

Las palabras de Jesús en la cena pascual, nos recuerdan la presencia real de Jesús en medio de nosotros y, con ello, la importancia de compartir, de abrir camino a la esperanza y de estar cerca de quienes sufren.

La esperanza es virtud teologal, auténtico alimento espiritual que nutre el alma y nos impulsa a actuar. Al igual que Jesús compartió el pan con sus discípulos, nosotros también debemos compartir nuestra solidaridad y compasión con los demás. Al hacerlo, colaboramos para abrir juntos un camino hacia un mundo más justo y esperanzador.

"La esperanza - afirma el Papa Francisco - hace que uno entre en la oscuridad de un futuro incierto para caminar en la luz. La virtud de la esperanza es hermosa; nos da tanta fuerza para caminar en la vida […]La esperanza no es un optimismo pasivo sino, por el contrario, "es combativa, con la tenacidad de quienes van hacia un destino seguro.

En este caminar junto a las personas somos conscientes de las carencias y de la desigualdad que azotan al mundo. Queremos hacer visible la realidad de las personas que, de una manera u otra, un día han perdido el rumbo o el sentido, o no terminan de encontrar esa oportunidad para salir adelante. Se trata de abrir portillos a la esperanza para encontrar un trabajo o un lugar donde vivir, para librarse de la violencia machista y empezar una vida sin miedo. También para encontrar alguien que les escuche y les haga sentir importantes, para aliviar la soledad que genera la enfermedad, cumplir años o ser joven sin expectativas de futuro. Queremos construir “comunidades acogedoras y misioneras” que entiendan las oportunidades y fortalezas que aporta la diversidad cultural, los nuevos vecinos y ojalá se constituyan en miembros activos de la comunidad cristiana que los acoge.

En Cáritas sabemos que se puede recalcular la ruta de mil maneras, sólo hace falta estar ahí, cerca, junto a las personas que lo necesitan, y ofrecer lo que todas las personas llevamos dentro: amor en forma de escucha, acogida, empoderamiento, tiempo, oportunidad, un proyecto común. Es fundamental salir al encuentro de las personas, especialmente de las más necesitadas, no hay que esperar a que nos llamen, sino llegar a las personas allí donde estén. Logrando, ante todo, como nos dice el papa Francisco “reconocerlos realmente”. Nosotros reconocemos en el gesto de la fracción del Pan al Señor resucitado que vino para quedarse entre nosotros y se pone a caminar a nuestro lado (Lc 24 13 ss. ). La Campaña del Día de Caridad 2024 nos invita a ser parte activa de una misión que empezó Jesús. Juntos, como comunidad reunida en torno al Cuerpo y a la Sangre del Señor, podemos extender la mano a quienes enfrentan dificultades, ofreciendo nuestro apoyo, amor y esperanza. En cada gesto de caridad, en cada acto de compasión, estamos construyendo un camino hacia un futuro mejor.

Con el lema «Juntos abrimos camino a la esperanza», reconocemos la labor y la implicación de más de 9.000 personas voluntarias y donantes que dedican su tiempo, dinero y corazón al cuidado del otro. A la vez, apelamos a otras personas para que se acerquen a caminar con nosotros por un mundo mejor, menos individualista y más fraterno y acogedor. Que esta campaña nos inspire a seguir el ejemplo de Jesús, Cuerpo entregado y Sangre derramada, a compartir la esperanza y a abrir camino hacia un mundo más justo y solidario. «Juntos abrimos camino a la esperanza».

Cáritas Corpus Christi