Un español en Abiyán (Costa de Marfil)
La capital administrativa de Costa de Marfil, Abiyán, intenta recuperar una cierta normalidad, pendiente del presidente saliente, Laurent Bagbo, que resiste atrincherado en su búnker en el palacio presidencial.
Así lo corrobora un español, que trabaja en una empresa marfileña desde hace 10 años, vivió las anteriores crisis, en 2003 y en 2005 y ha vivido momentos de "autentico pánico", debido a los tiroteos y a las explosiones registrados en la ciudad.
"Después de ocho días encerrados en casa, hoy por fin hemos podido salir a comprar comida. En la calle -afirma este hombre que prefiere mantener su anonimato-, hay policía del presidente Ouatara y vuelven a verse vendedoras de plátano frito", afirma.
El suministro de luz y agua se ha restablecido, aunque "se escuchan disparos procedentes de la zona del palacio presidencial", que está rodeada por los soldados del nuevo presidente", explica.
Aunque hace sólo cuatro días se quejaba de que nadie les había ofrecido salir de Abiyán, asegura que la atención recibida por parte de la embajada española ha sido muy buena. "Nos avisaron de que la cosa se iba a poner fea para que nos fuéramos y nos dijeron que hiciéramos acopio de agua, comida, gasolina y gas".
"Después nos ofrecieron la posibilidad de ser evacuados por los soldados franceses, pero decidimos quedarnos y han estado muy pendientes de nosotros en todo momento", señala.
Pero para este español, lo peor ha sido el miedo por las decenas de jóvenes armados y ebrios que están a la caza del botín: "Yo tengo preparadas varias bolsas con dinero para entregárselas si tratan de entrar en mi casa, porque los pillajes están en todas partes. Les han dado metralletas y, si no les das lo que piden, simplemente te matan", ha explicado.
En su casa, se refugiaron también otras ocho personas del servicio, que no se sentían seguras en sus hogares y que este jueves se han atrevido también a salir por primera vez a la calle.