Crisis de humanidad

“La protección internacional es un deber y un derecho, no un privilegio”. Con estas palabras, Daniel Pacho, subsecretario del Sector Multilateral de la Sección para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, lanzó un contundente mensaje en nombre de la Santa Sede durante su intervención ante el 76.º Comité Ejecutivo del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El representante vaticano pidió trascender fronteras, ideologías y cálculos geopolíticos de corto plazo para hacer frente a la “grave crisis de financiación” que amenaza el sistema humanitario global y compromete, dijo, “la sostenibilidad misma de las instituciones multilaterales”.
“Más de 123 millones de personas obligadas a huir”
“La difícil realidad de los refugiados afecta hoy a comunidades enteras en todas las regiones del mundo”, advirtió Pacho en su intervención, recordando que 123,2 millones de personas han sido desplazadas por la fuerza, una cifra que “aumenta año tras año” y que “revela la urgencia de una respuesta global que apele a la conciencia y la responsabilidad compartida de la comunidad internacional”.
El prelado destacó que esta emergencia “ya no puede tratarse como una estadística”, sino como un drama humano que interpela la conciencia colectiva. Asimismo, la Santa Sede reiteró su cercanía con las víctimas de los grandes conflictos actuales —Ucrania y Gaza—, pero también con los millones de desplazados que sufren en Sudán, Sudán del Sur, la República Democrática del Congo o Myanmar, “crisis olvidadas” que rara vez ocupan los titulares.
“A pesar de sus propias dificultades, muchos países siguen abriendo sus fronteras y sus corazones. Su hospitalidad es un testimonio de humanidad que el mundo debe reconocer y apoyar”, subrayó Pacho.
“El multilateralismo está en juego”
El subsecretario vaticano advirtió que la caída de la financiación humanitaria pone en riesgo no solo la ayuda inmediata, sino la legitimidad misma de los organismos internacionales. “Las instituciones llamadas a promover el diálogo y la cooperación atraviesan un momento crítico. Si la respuesta a las crisis se basa en el rédito político, habremos perdido el sentido de nuestra misión común”, añadió. “Esta crisis no solo pone a prueba la eficacia del multilateralismo, sino nuestra propia humanidad”, aseveró el prelado.
Asimismo, desde el Vaticano, se ha pedido una respuesta colectiva ante la crisis global de refugiados, basada en el principio de responsabilidad compartida. Ningún Estado, insistió Pacho, “debe quedar solo frente a los desplazamientos masivos”, especialmente aquellos que hacen frontera con zonas de conflicto. Esa respuesta, dijo, debe ir más allá de la ayuda de emergencia e incluir políticas de reconciliación, reconstrucción y paz duradera, así como inversiones en educación, sanidad y empleo.
Por último, Pacho citó en su discurso al papa León XIV, quien reciente intervención recordó que “reconocer al otro como hermano significa liberarnos de la pretensión de creernos hijos únicos y de la mentalidad del interés propio”. Desde esa perspectiva, concluyó, la preocupación internacional por los refugiados “debe ser un catalizador para renovar el compromiso con los derechos humanos y con la dignidad de toda persona desplazada”.
- Magariños (Vida Nueva)